jueves, 21 de marzo de 2013

Apuestas de futuro.

En un excelente artículo sobre el impacto a largo plazo  del "sequester" en el sistema científico de USA he podido leer una frase de esas que deberíamos tallar en piedra: 

"But to cut through to the hard cash at the core of this whole crisis, the simple truth is that paying for basic research is a bet a society makes on its future."

La inversión en investigación  fundamental  es una apuesta que una sociedad hace sobre su futuro. A la luz de esta frase he entendido mejor  muchas cosas,  y no me gusta lo que creo haber aprendido. Por ejemplo, el magnífico programa vasco de centros de investigación, y lo mismo vale para Cataluña, se podría interpretar como una apuesta que hacen sobre su futuro... como país independiente.   

Tampoco me gusta la apuesta que parece estar haciendo España sobre su futuro con los recortes en I+D que llevamos haciendo ya 3 años.   Uno puede sobrellevar mejor el presente miserable que nos toca gestionar si tiene un futuro mejor en el que aterrizar.  

¿Qué apuesta está haciendo España sobre su futuro?.  Estos días Madrid recibe la visita de una delegación del COI para evaluar nuestra candidatura a organizar los JJOO de 2020.  Me ha llamado la atención las siguientes declaraciones de la alcaldesa de Madrid, relativas al tamaño de la inversión pendiente:  
"El presupuesto que resta para construir las infraestructuras son 1.500 millones de euros, lo que dividido entre tres administraciones y en un periodo de siete años, es una cantidad perfectamente asumible"

Lo que esta frase  y  nuestra  candidatura olímpica reflejan es que, incluso en el contexto de crisis dura, con una segunda recesión en marcha, 6 millones de parados, y toda el resto de la canción que no necesitamos repetir,  España está  haciendo apuestas sobre su futuro y que estas apuestas implican dinero.   La mala noticia, para los científicos y creo que para la sociedad en general, es el tipo de apuesta que hacemos.  Es decir, el tipo de país que aspiramos a ser.  La organización de grandes  eventos, no únicamente  deportivos,  es un modelo de desarrollo cuyos resultados están a la vista de todos:  Mundial 82, Barcelona 92, Sevilla 92,  Zaragoza 2008 no han resuelto los problemas estructurales que tenemos, y es posible que los hayan agravado.

Con 1500 millones de euros podríamos pagar la cuota del CERN de 7 años,  a razón de 70M€ al año, y todavía sobrarían 1000M€.  Con esos 1000M€ podríamos cubrir dos anualidades del capítulo de "Proyectos de Investigación Fundamental No Orientada" que, en la convocatoria de 2012   recibieron 430M€ (capítulo 19, apartado 3),  de los cuáles 105 eran en realidad préstamos.  Otra posible uso de los 1500 millones sería cubrir el presupuesto del CSIC dos años (688M€ al año).

Termino igual que el  artículo de Scientific American: " we can decide to invest more, and more reliably in the future.  But we may not…and that choice has consequences that aren’t too difficult to perceive."

jueves, 14 de marzo de 2013

Update on Spanish Funding Issue

 Este blog no nació con la intención  de poner a parir a tal o cuál gobierno,  sino para servir como foro de reflexión sobre la relación entre la ciencia y la tecnología, que a su vez tiene mucho que ver con la relación entre científicos y el resto de la sociedad. Pero como decía la canción de Lennon,  la vida es eso que te pasa mientras estás ocupado haciendo planes.     
 
En la página web de la European Science Foundation han publicado la siguiente nota:

Update on Spanish funding issue
ESF is currently in constructive discussions with Spanish Member Organisations which had not yet fulfilled their financial commitments. In the expectation that the issue will soon be resolved, ESF allowed activities to take place until the end of June.

Currently we are temporarily suspending funding for events and activities planned to take place after June, such as ESF Research Networking Programmes (RNPs) or European Collaborative Research (EUROCORES) programmes, that are affiliated with the Spanish Member Organisations.

Vamos, que el Estado Español hace con las  organizaciones científicas internacionales lo mismo que los morosos y los ocupas, y éstas nos están empezando a desahuciar. Decía Gasol en aquella campaña tan impactante de Nike que ser español no es una excusa, es una responsabilidad. Bueno,  para jugar al basket puede, pero si eres científico, ser español es, en Marzo de 2013,  una desventaja. 
La amenaza de la ESF va en serio, y no se trata de una nota emitida en abstracto. Me llegan mails de algunos colegas informando que están recibiendo mails de la ESF cortando su financiación en programas de la ESF a partir de Junio.  

Me pregunto cuánto dinero nos estamos ahorrando a cambio de ensuciar la reputación de  España como país que cumple con sus compromisos internacionales.    No he encontrado cuánto es la cuota anual española. El presupuesto anual de la ESF son 50M€.   Supongo que a España le toca el 10% de esa cantidad.   ¿Cree España en su futuro y está apostando por su I+D o somos por el contrario un país braceando desperadamanete para no ahogarnos y no podemos permitirnos ese lujo?. 

domingo, 10 de marzo de 2013

¿Para qué vale un bosón de Higgs?

El bosón de Higgs es una partícula elemental que fue predicha por varios físicos teóricos en los años 60, incluido Peter Higgs. La predicción  resolvía uno de los enigmas centrales dentro del modelo standard de la física de partículas, a saber: el origen de la masa de las partículas. Con el paso de los años y la verificación experimental de otras predicciones  del modelo standard,  la observación del famoso bosón estaba pendiente y de ella dependía que hubiera que rehacer todo el edificio teórico de la física de partículas o que pudiésemos concluir que tenemos un marco conceptual para entender los que ahora nos parecen los constituyentes fundamentales de la materia.  Por ello, cuando  en Julio del año pasado,  el CERN anunció la observación del famoso bosón,  la prensa mundial calificó el evento como "descubrimiento" del siglo, algo creible para una partícula elemental con el sobrenombre de partícula de Dios.

Pasados unos meses, es un buen momento para preguntarse, ¿para  qué vale un bosón de Higgs?.   El descubrimiento del siglo, ¿va a solucionar el calentamiento global?.  No.  ¿Va a curar el cancer, el Alzheimer, el sida?. No. ¿Va a solucionar el problema energético?. No.  En una palabra: un bosón de Higgs no vale para nada.  Además, solo se fabrican el  CERN, en un túnel de decenas de kilómetros, y son el fruto de una colisión frontal entre dos haces de partículas para cuya producción hace falta  un dineral  en electricidad, por no mencionar lo que cuesta hacer el túnel,  llenito de imanes superconductores para dirigir el movimiento de las partículas, de detectores y sensores.  Vamos, que no podemos poner una fábrica de Higgs en cada comunidad autónoma.  El producto tampoco tiene fácil salida en el mercado. Se desintegra en una fracción de segundo, tiene un tamaño decidídamente menor que un átomo.  Los bosones de Higgs no saben a nada, no huelen a nada, y no hacen nada.   

Lo mismo se puede decir de cualquier descubrimiento que se haga en el CERN.  Y lo mismo vale para el "European Extremely Large Telescope" (EELT).  ¿Para qué vale?.  Para lo mismo que le bosón de Higgs. Una lupa gigante mirando al cielo. Con los problemas que tenemos en España, como para gastar dinero en astronomía, astrología, o como se diga.   Entonces,  que España no gaste dinero en estas cosas de franceses, alemanes, ingléses, suizos hasta un total de 20 países miembros ¿no?. Alguien quizá está pensando algo así.  Ya le debemos 110 millones de euros,  ya que no hemos pagado parte de la cuota de 2011,  y adeudamos íntegramente las de 2012.    Y parece que España se está planteando su participación en el EELT.  O sea, que vuelve el "que inventen ellos".

Antes de re-enviarle esto al ministro,  y en caso de que alguien no esté captando la ironía,  pensemos un momento, que es gratis.  ¿Qué gana España invirtiendo en el CERN, y otras instalaciones científicas, en España y en el extranjero?.    Aquí van 3 respuestas que puedan entender nuestros políticos: 
  1. Por una cuestión de prestigio país.  ¿Queremos pertenecer al grupo de países "no-alineados" científicamente,  cuya pobreza impide participar en la gran aventura de la ciencia, o queremos ser un país del G8? ¿Vamos de verdad a ser un país que sigue pretendiendo organizar otros juegos olímpicos, los segundos en 3 décadas,  y nos vamos a retirar del CERN, del EELT y de otras grandes aventuras científicas?.
  2. Por una cuestión práctica. ¿Hay algun ejemplo de país que, reduciendo su inversión en ciencia, asegure un futuro mejor?.  ¿Ganamos algo desvinculando a nuestros científicos y nuestros ingenieros de proyectos internacionales donde colaboran los mejores?
  3. Por "generar confianza".   Si España quiere proyectar una imagen de fiabilidad y generar confianza,  conceptos que hemos oído a menudo a nuestro presidente,  haríamos bien en no convertirse en morosos con el CERN  y en no quedarnos fuera del EELT.

Termino con una historia deliciosa sobre  lo que  Michael Faraday respondío a un ministro cuando le preguntó por la utilidad de sus descubrimiento de las leyes de inducción. "No se", dijo Faraday, pero "si algún día llega a valer para algo, usted cobrará impuestos por ello".    El descubrimiento en cuestión hizo posible nada menos que la tecnología eléctrica que, literalmente, alumbra la humanidad. La historia es probablemente una leyenda urbana, pero ilustra una gran verdad: no sabemos para que vale el bosón de Higgs, pero si llega a valer para algo,   nuestro gobierno nos cobrará impuestos por ello.

domingo, 3 de marzo de 2013

Propuestas para la reforma (y II)

En una entrada anterior,  dediqué una entrada al preámbulo del informe  "Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del Sistema Universitario Español" elaborado  a propuesta del Ministro Wert.    El preámbulo contiene un diagnóstico sobre los males que aquejan al Sistema Universitario Español (SUE) que comparto plenamente.   El resto del documento, que  se divide en 5 capítulos,  está dedicado al tratamiento que se le recomienda al enfermo. 

Análizadas una por una, me resulta fácil estar de acuerdo con la mayoría de las propuestas, que abordan problemas graves y reales del SUE.  Por ejemplo, en el capítulo I sobre la Selección del Personal Docente e Investigador se propone una batería de medidas para fomentar la internacionalización del profesorado, acabar con la endogamia, racionalizar la contratación y los procesos de acreditación,  crear nuevos tipos de contratación permanente.   

Es interesante que las propuestas combinan el tradicional (y en mi opinión fracasado) enfoque "top-down", en el que se pretende curar al SUE a base de regulaciones y leyes, con un tratamiento que apenas se ha intentado en España, pero es el que funciona ahí fuera: el  enfoque "bottom-up" en el que a los diferentes individuos y departamentos del SUE se les proporcionan  los incentivos para hacer mejor su trabajo.    Por ejemplo, en la página 27 "Se recomienda que existan, además, complementos salariales para el PDI ligados al rendimiento investigador en su conjunto (por ejemplo, del Centro, Departamento, Instituto, etc.) que incentive la selección de los mejores",  se recomienda aumentar la remuneración asociada a los sexenios.  Ambas medidas van en la buena dirección de crear incentivos para que los individuos hagan bien su trabajo.

 Pero, por construcción, este informe es  "top-down" siendo  iniciativa de un ministro. Además,  la mayoría de las medidas que podrían crear los incentivos (en forma de premios y también de castigos) necesitan la complicidad de demasiada gente para ponerse en marcha. Véase por ejemplo el caso reciente del decreto Wert vinculando sexenios y carga docente.    El quid de la cuestión es que los gobiernos tienen menos difícil para implementar soluciones "top-down",  en forma de leyes,  pero  más complicado meterse en el terreno de los incentivos, que no parece un asunto fácilmente abordable desde una ley orgánica.    Parte de la dificultad estriba en que  las competencias de política universitaria están transferidas a las comunidades autónomas.    

Por último, el informe tiene una omisión que supongo deliberada: no aparece la palabra sindicato.  Cuando llegue el momento de poner en marcha aquellas propuestas del informe que sobrevivan al escrutinio el gabinete del ministro,  tendrán en frente a los sindicatos y, por si esto no fuera suficiente obstáculo, la situación económica lo hará todo más difícil todavía.   Pero, dado que nos jugamos todo en el empeño,  el SUE necesita que pensemos en cómo arreglarlo, y más importante, que lo arreglemos.