jueves, 14 de noviembre de 2013

Sacando agua de las piedras.

Ya  ha salido la puñetera convocatoria de proyectos del Ministerio, con 11 meses de retraso con respecto al calendario habitual.  Vamos viento en popa a toda vela.  En este panorama, que recuerda  una frase especialmente risible  de Pinochet ("estábamos al borde del abismo, y dimos un paso al frente") hay colegas en España que, pese a todo,  están sacando agua de debajo de las piedras.

A final de agosto la prensa se hizo eco de que Senegal había dado 325k€ al Instituto Universitario  de Enfermedades Tropicales  (Canarias).  Según la noticia,  se estaban realizando además  gestiones  con los gobiernos de "otros países como Guinea Ecuatorial, Cabo Verde, Nigeria y Angola"   para conseguir más financiación.   Me permito sugerir a mis colegas de Canarias que no olviden poner al gobierno de España en esa lista y reflexionar después sobre la marca España.

Durante las mismas fechas, un investigador de la Universidad de Alicante,  el profesor Juan Carlos Sancho, del departamento de Química Física,  conseguía el solito 100k€  de la empresa coreana Samsung para llevar a cabo un proyecto de investigación computacional sobre propiedades electrónicas de materiales orgánicos.  Un vistazo al nombre de las otras universidades que acompañan a la de Alicante en la lista de proyectos de Samsung da una idea del valor de lo conseguido por mi colega y amigo.  Además, el proyecto se podría extender durante 2 años y 200k€ más.   Otro aspecto a destacar, es la velocidad con la que Samsung gestiona su programa de proyectos de investigación: la convocatoria sale en Marzo,  la solicitud de  proyectos se hace en Mayo,  y tras la correspondiente evaluación se informa a los ganadores en Agosto y se empieza en septiembre.

Siguiendo con las hazañas de los investigadores españoles,  tomemos el caso de mi buen amigo Ramón Aguado, investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, en el CSIC.   Ramón es el investigador principal de un proyecto de investigación del Ministerio que comenzó en 2013,  con una asignación de 7k€ para el primer año, a repartir entre 4 investigadores funcionarios, con el que deberían  comprar equipo, software, asistir a congresos, invitar a colegas a dar seminarios...

La última vez que le pregunté, a mediados de verano, los 7k€ no habían llegado todavía.  Antaño, el CSIC hubiera adelantado el dinero, para permitir al grupo trabajar, pero como quiera que el CSIC está al borde de la quiebra, este año esa solución no era posible.   Además, debido a los problemas presupuestarios, el CSIC impuso restricciones en el horario de calefacción y de aire acondicionado.    En este contexto, a Ramón le acaban de aceptar la publicación de un artículo en Nature y otro en Nature Nanotechnology que son las revistas con más prestigio y en las que casi cualquier científico desea publicar.  Por cierto, que esas revistas cobran más de 1k€ por publicar, o sea que un pico de los 7k€ se puede ir por ahí.

A mis colegas Ramón y Juan Carlos les digo desde aquí que están sacando agua de las piedras y que tienen un mérito, iba a decir incalculable, pero no es cierto. Se puede calcular, en billetes tangibles de los que le gustan a De Guindos, el mérito que tienen.

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