jueves, 30 de enero de 2014

Wert no va a venir a rescatarnos de los zombies

Pertenezco a una corriente de opinión minoritaria que  no ve en Wert al perverso hombre del saco que quiere cargarse la educación pública, comerse a los niños pobres, e instaurar el uso obligatorio de gomina en el pelo en el colegio.   Este estado de confusión mental se debe a que,  dedicándonos a la investigación en universidades españolas,  nos sentimos como los protagonistas de las películas de zombies, es decir, amenazados por nuestros congéneres. Me refiero a esa mayoría ruidosa que domina los resortes de la universidad a través del conglomerado sindical, que elige rectores y órganos de dirección, iguala a todo el mundo por abajo, y es la responsable primera de que nuestras universidades sean una castaña y la mitad de los profesores no investigue, a pesar de estar obligados a hacerlo.

Cuando Wert llegó al ministerio le faltó tiempo para anunciar el nombramiento de una comisión, liderada nada menos que por el profesor Azcárraga, persona brillante con un diagnóstico afilado y certero de la metástasis universitaria. La comisión produjo un informe devastador, como haría un satélite fotografiando las costas de Indonesia tras el famoso tsunami, y además hizo una serie de propuestas,  la mayoría de ellas perfectamente razonables.   Wert, además, había sacado el decreto aquel tan polémico en el que obligaba a los profesores-zombi (es decir, sin sexenios) a dar más clases.  El conglomerado zombi se encargó de desfigurar aquel decreto, por la via de los reglamentos de cada universidad, de forma que aquello quedó reducido a nada.

Con estos dos antecedentes, comisión y decreto,  esa pandilla de audaces "pringaos" que cobrando lo mismo trabaja el doble que los zombies, esperábamos que llegara Wert a rescatarnos, como Rambo y su ametralladora (pero metafóricamente, no se asuste  nadie).    Tengo que decir, y está escrito, que yo nunca pensé que fuera a lograrlo, porque se trata de una batalla asimétrica.   Wert, algo así como Don Quijote, enfrentándose a la oposición, a su partido, a los sindicatos, a las comunidades autónomas, a las mareas, y a un señor que pasaba por allí.  Tampoco ayuda que en el partido que apoya en su gobierno, con las encuestas en la mano, estén pensando en lo bien que vendría para remontar en las encuestas cortar su cabeza, llena de idiomas y ganas de mejorar las cosas llamando al pan pan, y al vino vino, un auténtico peligro para esa casta de mediocres acomodados.

Leo en la prensa de estos días que Wert recula en la implementación de la ley orgánica de mejora de la calidad de la enseñanza (LOMCE), que afecta a la educación básica y media, debido a las protestas de los dirigentes de las comunidades autónomas, incluidas las gobernadas por el partido del gobierno,   que al fin y al cabo tienen las competencias en la materia.  A los cocineros no les gusta lo que pone en el menú. Ellos quieren poner patatas fritas con mayonesa y hamburguesas, y no les importa que la clientela tenga colesterol y sobrepeso, y que Wert se meta su menú de pollo a la plancha y acelgas hervidas en donde le quepa.

No hay que ser muy sagaz para concluir que, si durante la primera mitad de la legislatura, en la que no había elecciones y el duraba el  pequeño crédito con el que cuenta todo gobierno que empieza, no se emprendió la misión de rescate,  las condiciones atmosférico-políticas de la segunda mitad  desaconsejan semejante aventura.  Por tanto, queridos colegas, entre Montoro y De Guindos nos han dejado sin proyectos para investigar, y la esperanza de que Wert legislase para incentivar la investigación y desactivar a los zombies se desvanece.   Como dejó escrito German Copini, malos tiempos para la lírica.

1 comentario:

  1. Yo no soy tan pesimista, ¿has leído esta noticia?

    http://www.lavanguardia.com/vida/20140127/54399582971/universidades-proxima-reforma-wert.html

    Se plantea la reforma universitaria de forma que cada autonomía la aplique hasta el grado que quiera. Cataluña parece decidida por reformas en la línea que planteaba el informe de expertos. Me parece que así se suaviza la reforma y podría irse introduciendo de forma gradual. Desde luego, si algunas comunidades se apuntan, las universidades que jueguen con nuevas reglas (rectores competentes, selección del profesorado, etc), van a tardar muy poco en sobresalir y va a ser inevitable que la reforma se generalize.

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